Una de las preguntas más frecuentes que reciben las familias de niños con autismo es: “¿Pero todavía no habla?” , “¿Y cuándo va a empezar a hablar?” , “¿Qué le pasa?”.
Estas preguntas no siempre vienen con mala intención. Pero sí parten de una idea equivocada: que hablar es la única forma válida de comunicarse.
En el autismo, el desarrollo del lenguaje puede seguir caminos distintos, y algunos niños pueden tardar más en hablar… o no desarrollar lenguaje oral nunca. Pero eso no significa que no tengan nada que decir.
El lenguaje oral es una función compleja del cerebro que implica atención, memoria, procesamiento auditivo, control motor y capacidad de simbolización.
En muchas personas con TEA, alguna de estas áreas puede verse afectada de forma diferente.
No se trata de que “no quieran hablar”. A veces, no pueden. O no es su prioridad. O el esfuerzo que les supone no compensa el resultado.
Muchos niños con TEA están en uno de estos puntos durante años. Algunos desarrollan el lenguaje más tarde. Otros encuentran otras formas de comunicarse igualmente válidas.
Mediante sistemas aumentativos o alternativos de comunicación (SAAC):
Lo importante es recordar esto:
Que un niño no hable no significa que no entienda.
Que no diga “te quiero” no significa que no lo sienta.
Sí. Y mucho:
Queremos ayudarte a mirar más allá del lenguaje oral, y a comprender que el silencio también comunica. Que un niño con TEA puede hablar con los ojos, con el cuerpo, con su forma de estar en el mundo.
Escuchar no siempre es oír. Y entender no siempre requiere palabras.
Una de las preguntas más frecuentes que reciben las familias de niños con autismo es: “¿Pero todavía no habla?” , “¿Y cuándo va a empezar a hablar?” , “¿Qué le pasa?”.
Estas preguntas no siempre vienen con mala intención. Pero sí parten de una idea equivocada: que hablar es la única forma válida de comunicarse.
En el autismo, el desarrollo del lenguaje puede seguir caminos distintos, y algunos niños pueden tardar más en hablar… o no desarrollar lenguaje oral nunca. Pero eso no significa que no tengan nada que decir.
El lenguaje oral es una función compleja del cerebro que implica atención, memoria, procesamiento auditivo, control motor y capacidad de simbolización.
En muchas personas con TEA, alguna de estas áreas puede verse afectada de forma diferente.
No se trata de que “no quieran hablar”. A veces, no pueden. O no es su prioridad. O el esfuerzo que les supone no compensa el resultado.
Muchos niños con TEA están en uno de estos puntos durante años. Algunos desarrollan el lenguaje más tarde. Otros encuentran otras formas de comunicarse igualmente válidas.
Mediante sistemas aumentativos o alternativos de comunicación (SAAC):
Lo importante es recordar esto:
Que un niño no hable no significa que no entienda.
Que no diga “te quiero” no significa que no lo sienta.
Sí. Y mucho:
Queremos ayudarte a mirar más allá del lenguaje oral, y a comprender que el silencio también comunica. Que un niño con TEA puede hablar con los ojos, con el cuerpo, con su forma de estar en el mundo.
Escuchar no siempre es oír. Y entender no siempre requiere palabras.